Habíamos generado un pacto de complicidad; para muchas de nosotras era nuestra primera fiesta sex, en mi caso la primera en la que me iba a sentir algo protagonista, poder conocer lo puta que era y lo que, además, me encantaba ser. Mis morbos y fantasías jamás explotados iban a hacerse realidad, o al menos, iba a descubrir cuáles eran mis límites.
Esa mesa llena de risas, miradas cómplices; que ya sé imaginaban el momento del cruce de lenguas más tarde, nos hizo sentir más confiadas, ya que algunos de los que estaban allí ya eran habitúes a este tipo de eventos, uno de ellos iba a ser protagonista ya desde ese momento sin saberlo, porque ahí mismo, en el baño del bar logró en cinco minutos cumplir una de mis fantasías, (ser besada, con posesión, sin permiso, en el baño femenino de algún lugar lleno de gente) yo lo intuía ya, porque no podemos estar cerca que ya ambos sentimos fuego por dentro, nos había pasado anteriormente.
Cuando llegó la hora de irnos, Nos subimos unas seis personas al auto y nos fuimos camino al evento. La fiesta se celebra en un pequeño local, difícil de encontrar, en una zona céntrica de mi ciudad. Solo sabía que esa noche iba a ser diferente; baje la escalera temblorosa y entré con una multitud de gente que sonreía, algunas conocidas por alguno acercamiento sexual o sensual que habían dejado en mí, un recuerdo dulce y morboso (el cual obviamente repito gustosa cada vez que me lo piden) y otras que no había visto nunca, pero que ya tenía un sentimiento de colegas.
Al llegar al final fuimos recibidos por la anfitriona del lugar con una sonrisa amable, casi desnuda, cubierta en tul y brillos que dejaban ver y desear fácilmente unos hermosos pechos y un culo deslumbrante. Seguí caminando y pude visualizar una barra al fondo donde la gente comenzó a amontonarse para el saludo o la presentación inicial. Tragos, chocolates, Preservativos, luz tenue, todo indicaba que iba a ser una terrible noche llena de energía. Habíamos sido invitadas con las chicas como creadoras de contenido sexual y escort, lo cual repetía en mi cabeza sin cesar para recordarme que debía mantener ese personaje toda la noche y permitirme gozar y descubrir lo que se me viniera en gana, cabe aclarar que jamás había tenido un acercamiento sexual con ninguna mujer y que no había ido acompañada con mi pareja, pero mi rol de puta me lo permitía.
Nos acercamos a algunas parejas tímidas, que también se encontraban nerviosas y era su primera vez en la fiesta, entre charlas y sonrisas recorrí el lugar y chusmeé los reservados. Los sillones, las colchonetas, todos los rincones que después, seguramente volvería a visitar. Se dio comienzo a la fiesta cuando la organizadora hizo los agradecimientos y las Presentaciones oficiales de su staff, finalizando con un …-A DIVERTIRSE ¡!!! Comenzó a sonar la música y con ella el descontrol. Empezamos a bailar, a tomar cerveza, algunos champagne. Y ahí lo vi; Como una adolescente perversa, recordé el comienzo en el bar hacía un rato atrás y esta vez la que lo iba a increpar era yo. Estaba solo sentado en una silla, mirando todo mientras yo bailaba con mis amigas, solo me acerqué, me subí encima de él y comencé a besarlo, es como recuerdo que dio inicio todo; él empezó a besarme también por todos lados, sacó con su mano una de mis tetas para comenzar a saborear, pasó su lengua y tiró mi torso hacia atrás mientras que yo seguía moviéndome sentada encima de él y podía sentir como su pija iba poniéndose dura debajo de su pantalón.
Me bajó mientras seguía succionado mi pezón desesperadamente; la química que sentíamos al solo mirarnos era inevitable, (aclarando que ya habíamos tenido un encuentro sexual y eso ya lo sabíamos ambos), nuestros cuerpos se deseaban, todo el tiempo y ninguno de los dos podía hacer algo para evitarlo. . Se levantó de la silla. ¡Tomó mi cabeza como obligándome a arrodillarme mientras desabrochaba su pantalón y sacaba su pija para que yo se la chupara, lo hice!!!! Con la misma desesperación que antes había tenido él, en ese momento, el espacio se silenció, me olvidé de la gente , me dejé llevar por ese frenesí de placer que sentía.
Me volvió a levantar entre sus brazos y me llevó hasta el sillón que se encontraba más cerca (estábamos muy calientes, jadeando, besándolo), para quitarme los zapatos, el pantalón, mi ropa interior y terminar pasando su lengua en mi vulva y succionado mi clítoris. Solo éramos él y yo, no existía nadie más hasta que comencé a ver vergas por todo mi alrededor, hombres que se acercaban a ver el espectáculo y excitados solo se iban sumando y tocándose, tuve la sensación de que mientras él me chupaba, otras lenguas se sumaron, pero dentro del éxtasis no estoy segura, solo recuerdo que mientras uno me besaba, otro ponía su pija en mi boca y otro en mi mano, me encontraba en un hermoso quilombo de lenguas, pajas y chupadas increíble hasta que llego ella, UFF, solo me miró, beso mi boca, chupo mi teta y corre los ojos.
Empecé a tocarla, a acariciar sus pechos, yo también, manosee su culo y la vi cuando fue hacia mi concha la cual él todavía seguía chupando sin parar y entre ambos jugaban con mi concha y con sus bocas. Muchas lenguas se sumaron en ese momento y perdí la noción de donde estaba, me sentía como Cleopatra con su harem, esa fue la sensación más caliente sexualmente de toda mi vida, gemían de placer, mi cuerpo se retorcía mientras agarraba la cabeza de alguien pidiendo más, quería llegar al éxtasis total y acabarle toda la boca cuando, de repente, me di cuenta de que no era la de él; que otra persona había tomado su rol, mire hacia mi costado y la vi a ella Cogiendo con otra pareja, cerré los ojos y me dejé llevar, entregándole todos mis jugos a alguna lengua extraña que jamás sabré.
Relato enviado por Eroticwoman45
